Domingo.
Cuando despiertas y el mundo esta al revés y tu cabeza revuelta, tu cuerpo responde a duras penas, no existe en ese maldito instante alquimia, cura, dosis, ungüento, brujería, hechizo, exorcismo ni auxilio dentro de este escenario nauseabundo, el ruido repentino e inesperado estremece los nervios y hace latir el corazón con fuerza como si fuera el motor de un auto que esta por fallar, las personas, los animales (que manejan autos y los que no) y los objetos se acercan repentinamente causando una tremenda sorpresa en mi persona, hay algo, o alguien allí afuera que me quiere causar daño, el pensamiento de la muerte me ronda una y otra vez como un chicle pegado en el alma, la tristeza llega y embarga todos los sentimientos en cambio deja ganas de soltar el llanto ante la escena del niño mendigo del crucero, ante el anciano que difícilmente camina solitario, hasta la asquerosa publicidad dirigida a los blandengues.
Todo esta dentro de mi, me desgarra no puedo estar despierto ni dormir, no hay pausa ni tregua, espero desintoxicarme pronto con una dosis de sueño reparador por que esta resaca (cruda) me distorsiona la consciencia y la razón.
Jorge Delgado
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