Hay un árbol en cierto parque de la ciudad que sigue esperando ser ocupado por un par de extraterrestres que le prometieron convertirlo en el hogar de pecado, el solo pensarlo ya era una herejía y solo a eso se dedican los que no son de aquí, a blasfemar, a tener la cabeza en la Luna, en Marte, en Venus y hasta en Saturno, se acaban el mundo con cada suspiro que les sale de su corazón tres veces mas grande que el de un terrícola, caminan buscando la oportunidad de apoderarse del mundo y crear el suyo propio, caminan juntos, se separan, se reúnen y de pronto uno de ellos se vuelve invisible y e otro se convierte en un ser humano común y corriente.
Que extraños son los extraterrestres.
Que aquella vez cuando apenas tenían 1920 años tenían todo el plan para trepar a sus ramas y convertirlo en un árbol en llamas.
Jorge Delgado
Foto : Arbol en llamas
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